Los
turistas chinos que visitaron España el año pasado incrementaron su gasto en
compras un 51% hasta rozar los 1.000 euros de media, según el estudio 'España,
destino top de los Globe Shoppers', realizado por Global Blue, consultora
especializada en shopping internacional, que ha detectado también una pérdida
importante del poder adquisitivo del visitante ruso.
Un visitante chino se gasta en España una media de 924 euros, situándose
como el turista más rentable, ya que tiende a gastarse en compras el 70% del
presupuesto del viaje. Es más, ocho de cada diez chinos reconocen abiertamente
que su actividad preferida cuando viajan no es visitar monumentos o museos,
sino ir de compras.
España no es sólo un destino exótico para el turista chino, sino también
un lugar perfecto para gastar en tiendas. Según Global Blue, Madrid fue la
tercera ciudad europea donde los visitantes chinos se dejaron más dinero, con
casi 1.400 euros de media por acto de compra (30,2% más); sólo por detrás de
Londres, con 1.559 euros, y París, con 1.874 euros; destinos que, junto con
Milán, Munich, Viena y Barcelona, conforman las llamadas 'Siete maravillas del
shopping'.
Sin embargo, fue Barcelona la ciudad que protagonizó el mayor crecimiento
de ingresos, con un aumento del ticket medio del 69,4% en el último año,
atribuible a la apertura a mediados de 2014 de una conexión aérea entre Barcelona
y Shanghai, que facilitó el acceso de los chinos a la gran oferta comercial de
la Ciudad Condal.
EL GASTO RUSO A LA BAJA
El aumento de
representatividad del turista chino se contrapone con la caída del visitante
ruso, que ha perdido poder adquisitivo debido a la devaluación del rublo y a la
fuerte caída del precio del barril de Brent.
Sólo entre Madrid y Barcelona
se gastó de media el 10% menos, con un ticket medio de unos 535 euros por acto
de compra, la mitad que el chino. Además, todo apunta a que los turistas rusos
continuarán comprando entre un 2,5% y un 3% menos en los próximos meses.
Sólo Munich se salva de la
caída, aunque es donde menos dinero se gastan los turistas rusos en compras
--unos 445 euros de media-- ya que es un turismo de proximidad en busca de
"lujo con descuentos". Como contrapunto está París, que es la que
mejor aguanta la crisis rusa, con una compra media de 1.099 euros, impulsada
por el alto gasto medio en joyería y relojería.
OPORTUNIDAD PARA IMPULSAR LA ECONOMÍA
A pesar de los crecimientos
de dos dígitos, la ausencia de más conexiones aéreas entre España y Asia
explica en buena parte que España no esté entre los 25 países principales
receptores de chinos en el mundo.
Según el estudio, la puesta
en marcha de mayor número de líneas aéreas entre una ciudad como Barcelona o
Madrid y otra extracomunitaria, a ser posible asiática, supondría una inyección
de alrededor de 70 millones de euros al PIB y 370 empleos.
"El turismo de shopping
es un motor de crecimiento de la economía de un país, siempre y cuando nos
dirijamos al visitante adecuado, que hoy se encuentra, sobre todo en Asia; en
China, Tailandia, Indonesia o Hong-Kong", explicó el responsable de Global
Blue en España, Luis Llorca.
Para ello se pide impulsar
las conexiones entre España y estas zonas del mundo, así como mejorar la
política de visados para cruzar las fronteras. Además, las políticas de
promoción de España en destinos extracomunitarios más rentables deben
intensificarse.
Según Luis Llorca, "tal
vez al viajero europeo podamos captarle con nuestro Museo del Prado y jamón
serrano, pero no a un turista chino, a quien hay que diseñar paquetes
turísticos customizados que incluyan lo que realmente quieren, como ir de
compras o ver al Real Madrid en el Bernabéu".
Para Global Blue, otro tema
pendiente por parte de las Administraciones Públicas y el sector privado, sería
adaptarse a los códigos culturales de las nacionalidades que entran a comprar
en las tiendas. Los chinos, al igual que los rusos, les gusta que el personal
de la tienda se dirija a ellos en su idioma y que se les ofrezca un trato
personalizado de acuerdo a las normas de cortesía asiáticas.